Chicago es un destino que tiene todo lo que se busca en una ciudad, con un toque especial: la rambla a orillas del lago Michigan que la distingue. Con una población que la posiciona como la tercera ciudad más grande de Estados Unidos, después de Nueva York y Los Ángeles, Chicago ofrece experiencias intensas pero también conexión con la naturaleza.
Uno de los aspectos más atractivos para los viajeros hispanohablantes es que el 30% de la población es latina, lo que facilita la comunicación y la convierte en una ciudad multicultural. Eso sí, si estás pensando en visitarla, es mejor evitar el invierno. Las temperaturas bajan y el viento es intenso.
La mejor época para conocer esta ciudad es el verano, o la primavera, cuando el clima permite disfrutar de sus parques, su rambla y las actividades al aire libre. Y, hablando de parques, no puedes perderte el Millennium Park, uno de los emblemas de Chicago. Este parque de diez hectáreas alberga la famosa escultura The Bean (El frijol), una obra hecha de titanio que refleja la ciudad desde todos los ángulos. Además, el parque cuenta con plazas, fuentes, jardines y esculturas.
Desde ahí, puedes caminar hacia el Riverwalk, la rambla sobre el río Chicago, que te ofrece una vista impresionante del contraste entre los rascacielos y el agua, y donde puedes hacer un crucero arquitectónico. Este tour te permite ver unos 50 edificios desde el agua, mientras conoces sus historias. La experiencia termina en el Navy Pier, un muelle lleno de tiendas y restaurantes, ideal para recorrer y disfrutar.
Para los amantes del arte y la cultura, Chicago cuenta con museos de nivel internacional, como el Instituto de Arte de Chicago, el Acuario Shedd, el Zoológico Lincoln Park y el Planetario Adler, considerado uno de los mejores de Estados Unidos. Además, la oferta teatral es impresionante, con obras exclusivas que muchas veces no llegan a Nueva York.
Si eres aficionado al deporte, Chicago es también el lugar perfecto. Puedes visitar el icónico United Center, hogar de los Chicago Bulls, y disfrutar de los estadios de béisbol o los partidos del equipo de fútbol Chicago Fire.
Finalmente, Chicago es el punto de inicio de la famosa Ruta 66, lo que la convierte en un excelente lugar para explorar Estados Unidos. Además, al encontrarse en el centro del país, es fácil llegar a destinos como el norte de Canadá, Nueva York, las Cataratas del Niágara o incluso South Dakota.