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El sueño del pibe

Nico Barreto, de Quality, y Santiago Paz, de la fundación Real Madrid en Uruguay, nos cuentan sobre un programa especial destinado a jóvenes de entre 4 y 17 años que tienen la oportunidad de vivir una experiencia única.

Se trata de un torneo organizado cada Semana Santa por el Real Madrid. En este “World Challenge” participan todas las escuelas del Real Madrid de a lo largo y ancho de todo el mundo, siendo el cuarto año consecutivo de participación uruguaya: “hace cinco años que realizamos distintas actividades deportivas y hace tres que contamos con una academia anual fija que entrena”, acota Paz, líder de la fundación.

“Brasil va con dos o tres equipos, México con cuatro; nosotros con ocho”

En la academia arrancaron participando 160 niños y ahora son 520. Los chicos, en Uruguay, juegan en la liga interbalnearia y universitaria. Los números del país a escala internacional no se quedan atrás, representamos a la delegación más grande que va al challenge: “son 72 equipos que participan y ocho son de Uruguay, tenemos una delegación total de 205 personas”.

“Más allá de lo deportivo, es un viaje que tiene un montón de componentes de otra cosa”,

agrega Paz. Hay delegaciones de países como Malasia, Colombia, Italia, India, Emiratos Árabes y Uzbekistán, es un torneo con mucha multiculturalidad, “los chicos están compartiendo con gente de lugares muy remotos”.

Paz nos cuenta que esta movida empezó hace siete u ocho años con el Real Madrid y Barcelona, y se fueron sumando otros equipos, “pero no hay muchas franquicias disponibles para venir a Uruguay; el único que tiene una escuela todo el año es el Real Madrid, el resto son talleres y campus de una semana”. La idea de la fundación es mostrarle a los niños dónde entrenan sus ídolos y la filosofía del club. Adicionalmente, Paz explica que al llegar a la ciudad deportiva está todo en perfectas condiciones, pero no hay ostentación de ningún tipo: “el vestuario de los de 10 años es exactamente el mismo que el de toda la juvenil”.

“La fuerza que tiene la marca Real Madrid a nivel futbolístico no existe en otro lado”

El cronograma

Se plantea como “el viaje de 15 para los varones”. Puede ir la familia entera, alguno de los padres o incluso el niño solo. La duración del torneo es de una semana y el viaje en total son nueve días, con paseos agregados. Muchas familias aprovechan y se quedan más días.

La experiencia arranca con el tour del Bernabéu. A continuación, en el lanzamiento del torneo, todos los países desfilan en el Di Stéfano. De esta forma ya se van sumergiendo en el mundo Real Madrid. “Para los niños futboleros es conocer una realidad, jugar ahí para ellos debe ser tremenda sensación”. Paz nos cuenta que todos los países se tratan de identificar llevando banderas y que los mexicanos incluso llevan mariachis, “es como un mundial pero dentro de los parámetros del Real Madrid”. Si bien hay momentos que los chicos tienen libres, a partir del momento que empieza el campeonato la idea es que hagan vida de grupo. Después de que este termina, el viaje se complementa con un recorrido por el parque Warner, una visita a Toledo, y un partido del Real, entre otras actividades, “para que también aprovechen y se lleven un pantallazo, por lo menos, de Madrid”.

Algunos requisitos

La Fundación Real Madrid obliga a los niños que quieran viajar a participar de alguna actividad del club de la fundación dentro de Uruguay. Para cubrir esta nueva condición, Paz nos explica que este año quieren hacer una especie de Copa del Rey federal: “vamos a recorrer todo Uruguay: Colonia, Paysandú, Salto, Rivera, Tacuarembó, Maldonado, Canelones y Montevideo”, agrega. La idea consiste en organizar enfrentamientos entre colegios y clubes, de forma tal que todos esos niños queden habilitados para poder viajar.

“Nosotros ahora abrimos también la franquicia en Argentina y Paraguay, y no se compara con la enfermedad que hay en Uruguay. En Uruguay es sembrar algo de fútbol y explota para todos lados.”

Los cuadros se arman con muchos criterios distintos. En general, se trata de hacerlos equilibrados para que la competencia sea lo más disfrutable posible para todos, siendo los técnicos quienes los organizan. Sin embargo, Paz nos comenta que existen algunas excepciones. Tal fue el caso de la categoría 2014, quienes comparten equipo con los 2013 y por ende deberían jugar juntos, pero dadas la insistencias por parte de los primeros – ya que son muy unidos- se les permitió jugar solos, “aunque regalen un año de ventaja”. Otros ejemplos de adaptación fueron los más chiquitos -sub 10- quienes juegan fútbol 5 en vez de 7, porque mundialmente es así.

¿Todavía están a tiempo de inscribirse?
Sí, para el de 2026. A partir de abril se abrieron los cupos.

 

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